domingo, 19 de julio de 2009

Gracias Walter.

Los informativos de radio y televisión adelantaban ayer lo que los diarios de prensa escrita han confirmado hoy; Walter Cronkite ha muerto, y con él se va una forma de ver el periodismo. Esto es al menos lo que opinan la gran mayoría de compañeros que han cubierto este triste acontecimiento.
Walter Cronkite representaba una forma muy especial de vivir y de sentir el periodismo. Pasión es una de las palabras que se me vienen a la mente cuando pienso en su forma de trabajar la actualidad, también vértigo porque el periodista trabaja con un elemento muy vivo, lo que es noticia a las tres de la tarde se ha quedado viejo a las cinco. Sin embargo, no tengo que hacer grandes esfuerzos para describir el trabajo de Cronkite porque yo también siento así esta profesión. Ser periodista es de las cosas más vocacionales que existen. Sino que se lo pregunten a todos aquellos compañeros que trabajan hasta diez horas diarias en una redacción por menos de 900€ al mes. Nadie estudia periodismo para hacerse rico ni para hacerse famoso, ni siquiera para tener la oportunidad de contar la mundo la verdad y conseguir así una humanidad más justa. El periodista se hace periodista para vivir la actualidad al límite, para ser parte de la historia, para estar "ahí" cuando ocurren las cosas. Muchos compañeros se juegan la vida a diario en lugares muy peligrosos y nadie conoce sus nombres, ni falta que hace, ellos están allí para vivir en primera persona lo que los demás vemos por televisión.
Walter Cronkite nos ha dejado y puede que con él haya desaparecido a ojos vista esa forma tan excitante de hacer periodismo, pero no se engañen, lo que realmente esta en peligro de extinción son las empresas de comunicación que permiten a los profesionales hacer bien su trabajo. La ilusión y las ganas de Cronkite siguen vivas en los corazones de muchos de nosotros.

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