jueves, 27 de diciembre de 2012

Gracias Madre por los recuerdos...

Hoy es un día triste para todos aquellos que una vez fuimos alumnos de la Compañía de María de Orduña, hoy hemos dicho adiós al alma del colegio. Se nos ha ido la Madre Muguruza (no le gustaba nada que la llamáramos así, pero nunca pudo evitarlo) y con ella parte de nuestra infancia.

Hoy he vuelto entrar en el edificio que me vio crecer, he vuelto a sentir ese olor tan peculiar que, inevitablemente, me devuelve los años de inocencia, las carreras por los pasillos, los balones encalados, el reflex y la manzanilla como remedio para todo, los "a las cinco en la puerta negra", las risas con los compañeros que, 15 años después, siguen siendo amigos...

He tenido la oportunidad de compartir sonrisas, tristes, con las que fueron mis profesoras. Es curioso como a pesar de que la distancia con ellas ya casi no existe no puedo evitar seguir mirándolas con respeto, porque soy lo que soy, en parte, gracias a ellas.

He vuelto a sentir la pena por ver el colegio, mi colegio, cerrado a cal y canto, vacío de risas infantiles, de gritos, de juegos... no soy una persona creyente, pero hoy de verdad espero que exista un cielo en el que "La Mugu" vuelva a ser el eje central de la actividad educativa, que desafíe a San Pedro con su manojo de llaves (sabía qué puerta abría cada una de ellas), que vuelva a tener esa vitalidad que nos asombraba a todos y que nos hacía pensar que nunca se apagaría. Gracias Madre por los recuerdos y por ser parte de nuestra infancia.