El derecho de los embriones.

La pantalla de mi ordenador refleja una cara estupefacta después de leer en el País Digital ( no sé si estará también en la edición impresa) que Francisco Camps, presidente del Gobierno Valenciano, pretende que los embriones computen como hijos a la hora de acceder a ayudas sociales, especialmente en materia de vivienda.

No me voy a meter a opinar si aborto sí o aborto no, porque no creo que esta sea la cuestión. Pero lo que no se puede pretender es que un óvulo fecundado que cuente con dos días de vida tenga los mismos derechos que las personas ya nacidas. Recuerdo que no estamos hablando de fetos, sino de un conjunto de células que, pueden salir adelante y convertirse en un precioso bebé... o puede que no consigan pasar de las 8 semanas.

Haciendo caso de lo que propone Camps, una mujer que se someta a una fecundación in vitro donde se implantan varios embriones con la esperanza de que alguno de ellos logre agarrarse bien fuerte a las paredes uterinas, puede constituirse como familia numerosa aunque ninguno de esos embriones consiga salir adelante.

Además, si otorgamos los mismos derechos a un óvulo fecundado que a una persona ya nacida... ¿Se convertiría un aborto natural en un homicidio involuntario? ¿Esa es la manera de proteger a las mujeres embarazadas que propone Camps?

Me parece muy bien que la gente este a favor o en contra del aborto. Entiendo que un persona pueda pensar que la interrupción voluntaria de una gestación supone privar de la posibilidad de vivir a un ser que se esta desarrollando... pero pretender que ese conjunto de células ( porque repito que ni siquiera estamos hablando de un feto, sino de un embrión) tenga los mismos derechos que un niño nacido es perder el norte.

Señor Camps, pelee por acabar con la ley contra el aborto si eso es lo que le pide el cuerpo, pero hágalo con argumentos mínimamente sostenibles. De seguir así acabarán por determinar que la menstruación es infanticidio.

De Parbulitos a Bolognia.

El Ministro de Educación, Ángel Gabilondo, ha sugerido en una entrevista concedida a RNE realizar una reforma educativa que contemple la escolarización obligatoria hasta los 18 años. La medida no me parece mala la verdad, siempre he dicho que se nos obliga a tomar decisiones muy importante para nuestro futuro cuando apenas contamos con 15 ó 16 años. He conocido a mucha gente que se ha arrepentido después de haber dejado los estudios a esa edad. Desde luego no es el momento más indicado para hacer planes a largo plazo, en plena adolescencia uno siempre piensa que ya lo sabe todo y que no le hace falta seguir formándose. Por lo tanto... me parece bien atrasar esa toma de decisiones.

Por otra parte, me parece mal que el sistema educativo español vaya a sufrir otra reforma. Tengo 27 años, teniendo en cuenta que comencé a estudiar a los 4 y que a día de hoy he vuelto a apuntarme a la universidad... puede decir con certeza que en mis 23 años como estudiante he pasado por EGB, BUP, LOGSE, y los nuevos bachilleratos, todo eso con la ESO pisándome los talones... Ahora, como ya he dicho, estoy otra vez en la universidad... pero ya no estudio una Licenciatura, como hice en la UPV cuando me saqué periodismo, no, ahora estudio un Grado Superior porque ha entrado Bolognia en mi vida.

En definitiva, entiendo que las cosas vayan evolucionando y que el sistema educativo que yo seguía en mi tierna infancia pueda haberse quedado obsoleto, pero no entiendo porque tienen que cambiar este sistema cada vez que entra un Gobierno nuevo. Esto no crea más que confusión entre los estudiantes, una confusión que les lleva a la desmotivación. Por no hablar de aquellos que repiten algún curso y de rebote entran en un nuevo plan en el que los contenidos ya no tienen nada que ver con lo estudiado el curso anterior.

Hagan una reforma en condiciones, cambien todo lo que tengan que cambiar... pero háganlo bien. Déjense de parchear y establezcan un buen sistema educativo que sea válido por lo menos los 20 años que dura la vida de estudiante.

Un periódico con tostadas por favor.

No me acostumbro a leer el periódico por Internet. Debido a mi horario de trabajo no dispongo de mucho tiempo para leer las noticias frente a un café y unas tostadas con tomate, así, en plan Domingo. Pero como no me gusta estar descolgada de la actualidad... intento todos los días echarle un vistazo a las ediciones digitales de los diferentes diarios. De verdad que lo intento y que pongo empeño, pero no hay manera.

Empiezo muy bien viendo la portada y ojeando los titulares. Después voy sección por sección para ver lo más relevante de cada una de ellas, pero en cuanto llega el momento de empezar a picar en las noticias para acceder a la información completa... ahí, justo en ese momento... un mundo de posibilidades se abre paso ante mis ojos. Y cuando digo posibilidades lo digo en el sentido más literal de la palabra... se abren un montón de ventanas, aparecen millones de links que me dan la opción de leer informaciones relacionadas con la que ya tengo abierta, veo cantidad de fotos que acaparan toda mi atención y me distraen de lo que yo quería hacer, que era leer tranquilamente el periódico.

Los expertos dicen que la red desbancará al papel. Que, con el paso del tiempo, todos nosotros consumiremos diarios, revistas... incluso libros on-line... pero sinceramente no creo que mis ojos vayan a ver ese fenómeno... Donde este un buen periódico de papel... con esa tinta que se queda en los dedos, esa ausencia de grapa ( excepto el ABC) que hace imposible leer en el metro o en el tren porque antes de llegar a la tercera página ya has desordenado todas las hojas... Puede que mis hijos lean las noticias en su Iphone... yo, seguiré tomando café y tostadas frente a un ejemplar de papel.

Buena suerte Oscar!!

Hoy es el último día de trabajo de mi jefe. Se va a un proyecto nuevo que yo sé que le hace mucha ilusión. Sin embargo, tengo la sensación de que una parte de él siempre estará entre las cuatro paredes de esta redacción.

No he tenido la oportunidad de conocerle a fondo, han sido dos meses escasos de convivencia laboral, sin embargo, ha sido tiempo suficiente para darme cuenta de que no sólo es un gran profesional, sino también una buena persona.

Como en toda redacción con periodistas que se precie, le hemos hecho una despedida en la que el alcohol ha corrido en cantidades más grandes de las aconsejadas para un grupo de gente que tiene que trabajar... hemos reído, hemos contado chistes, hemos hablado de trabajo, de la vida, de lo humano y de lo divino... y como no... ha habido un tiempo para las palabras que salen del corazón. Oscar se ha emocionado cuando ha llegado el momento de despedirse de su equipo, pero no ha sido el único. Varias personas que han estado con él desde el principio han llorado también. Eso que en principio parece una tontería dice mucho de la gente... me dice que Oscar es una persona querida entre los suyos, que es una persona muy valorada... y que habrá gente en este centro de trabajo que de verdad le echara de menos...

Oscar, no me ha dado tiempo a tener una relación de amistad contigo... pero de algún modo has dejado una pequeña reseña en el libro que es mi vida. Te echaré de menos yo también... eres un gran profesional y una mejor persona... por eso te mereces ver cumplidas todas las ilusiones que estas depositando en este nuevo proyecto que comienzas...

MUCHA SUERTE!!!!

De excursión al Prado.

Este puente del Pilar he pensado que no voy a hacer ningún plan. Me voy a dedicar a descansar, que buena falta me hace, a mantener actualizado este blog, que falta le hace también. En definitiva voy a aprovechar para hacer todas esas cosas que durante la semana no tengo tiempo de hacer.

Entre una gran lista de actividades tales como planchar y pegarle un buen meneo a la casa está la buena intención de ir a ver museos, concretamente el Museo del Prado. En los casi dos años que llevo viviendo en Madrid sólo he ido una vez a visitarle, y tengo que reconocer que lo hice deprisa y corriendo porque fui un poco tarde, concretamente fui a las 6 de la tarde que es gratis. Pero esta vez estoy dispuesta a pagar los 6€ que creo que vale para disfrutarlo con tranquilidad. No soy una gran entendida en pintura, más bien soy una auténtica analfabeta pictórica, pero sé cuando lo que veo me gusta.

Tengo muchas ganas de ver las obras de Velázquez que se exponen en los muros de este museo. Este es sin duda mi pintor favorito, algo que, tengo que admitir, debo a los libros de Arturo Pérez Reverte. También tengo ganas de ver las obras del Siglo XIX que al parecer la pinacoteca ha recuperado del olvido...

Si alguien se apunta al plan no tiene más que decirlo. Y si este fin de semana no le va bien, ¡no importa! Cualquier ocasión es buena para pasar una tarde rodeada de obras de arte.