jueves, 30 de julio de 2009

Una y mil veces... ETA NO!!!

No es fácil enfrentarse a esta hoja en blanco. Después de 50 años de muerte, miedo y amenazas todo está dicho ya: condenas, rechazo social y político, rechazo por parte de la ciudadanía vasca que en su inmensa mayoría se horroriza cuando se perpetran atentados como los de hoy y ayer... No existe ninguna combinación de palabras que exprese lo que la gente de bien sentimos cuando vemos morir a dos personas por el simple hecho de ser guardias civiles, por pensar diferente, o simplemente porque pasaban por allí. Se han combinado muchas palabras de repulsa y odio hacia los asesinos de ETA, pero todas se quedan cortas.
Se quedan cortas y además no sirven para nada. 50 años llevan matando y ¿Para qué? ¿Para conseguir una Euskal Herria libre?, si son ellos los que no nos dejan vivir en libertad. Son ellos los que nos matan por pensar diferente. ¿Independencia? ¿Para qué? ¿Para que monten su propia dictadura? Muchas pintadas contra Franco sigo viendo por las calles de mi ciudad... (realizadas por personas que no habían nacido cuando murió el dictador, todo sea dicho de paso), pero no creo que en la Euskadi libre que tanto proclaman se fuera vivir mejor que con el Caudillo, pienso que la dictadura sería la misma. ¡No tienen más poder que el que otorga la falta de escrúpulos y ya nos tienen amenazados! ¡No quiero ni pensar que pasaría si algún día consiguen sus objetivos separatistas! Posiblemente muchos tendríamos que hacer las maletas...
Sinceramente no me cabe en la cabeza que 50 años después todavía sigamos así, pero lo que más me cuesta digerir es que haya personas que sigan apoyando esta sinrazón, esta locura. Les pediría que hicieran una pequeña reflexión, que pensaran que todos aquellos a los que ETA ha matado no eran Guardias Civiles, escoltas, políticos, números en una lista... eran una hija, un hermano, un marido, una madre... que hay mucha gente detrás sintiendo un dolor tan fuerte y tan intenso que no se puede explicar y que desde luego nadie se merece. Pero sería una perdida de tiempo, esta gente no piensa, cumple ordenes porque esta totalmente adoctrinada, porque defienden lo indefendible con unos argumentos que si no fuera por el tema tan serio que tratamos pensaríamos que se están cachondeando.
Sólo espero que no tengan que pasar otros 50 años para que todo esto acabe, para que no existan los días como hoy, en los que le digo a la gente que soy de Bilbao con la cabeza gacha, esperando una reacción, con miedo a que me rechacen... con vergüenza y casi pidiendo perdón.

lunes, 20 de julio de 2009

De corresponsal en Bruselas...

Después de tres semanas trabajando me quedan 4 días ( literalmente, no es una expresión) para volver al paro. Han sido 21 días de relativo relax, sin pensar en nada más que cumplir un horario y dejando de lado todas las preocupaciones y el mal rollo que da estar sin hacer nada. Pero el chollo se acaba y no sé cuando volveré a tener la suerte y la dicha de encontrar un empleo, seguramente basura, en el que me paguen muy poco y me hagan currar mucho. En fin... Mientras tanto ya he comenzado a llenar las futuras horas libres con actividades que me hagan sentir útil, voy a volver a estudiar. Es lo que todo el mundo hace en épocas de crisis, las matriculaciones en cursos y universidades se han incrementado durante los últimos meses y hasta en los del INEM hacen una entrevista personal para ir quitándose gente de la lista. Lo malo es que el saber no ocupa lugar pero cuesta dinero. Así que me he vuelto autodidacta.
Siempre me ha interesado la política internacional (como al 90% de los periodistas que conozco) pero sólo de boquilla. Es decir, me encantaría ser una experta en la UE o en la OTAN, saber como funcionan estos organismos y entender las elecciones al Parlamento Europeo, pero la cruda realidad es que me da mucha pereza ponerme en serio con ello. Además, ser una experta en relaciones internacionales implica tener conocimientos de idiomas, lo que a parte de aburrido resulta muy caro. Hasta que enciendes el ordenador y te conectas a Internet ( quiero decir a toda la red y no sólo al Facebook). ¡He descubierto que existen cursos on-line de inglés gratis!, puede que con ellos no consiga ser bilingüe, pero por lo menos recuperaré el nivel perdido y subiré la nota en las pruebas de acceso a las academias. Además también hay un montón de apuntes y de libros virtuales gracias a los cuales estoy aprendiendo muchas cosas.¡ Ya tengo casi dominado el Parlamento Europeo y sus elecciones!, lástima que queden 5 años hasta las próximas. Con suerte para entonces mis conocimientos de la lengua anglosajona habrán mejorado lo suficiente como para poder cubrirlas... Todo, si antes encuentro algún medio de comunicación que no este despidiendo a sus profesionales y se encuentre en disposición de hacerme un contratito... ¿Algún voluntario?

domingo, 19 de julio de 2009

Gracias Walter.

Los informativos de radio y televisión adelantaban ayer lo que los diarios de prensa escrita han confirmado hoy; Walter Cronkite ha muerto, y con él se va una forma de ver el periodismo. Esto es al menos lo que opinan la gran mayoría de compañeros que han cubierto este triste acontecimiento.
Walter Cronkite representaba una forma muy especial de vivir y de sentir el periodismo. Pasión es una de las palabras que se me vienen a la mente cuando pienso en su forma de trabajar la actualidad, también vértigo porque el periodista trabaja con un elemento muy vivo, lo que es noticia a las tres de la tarde se ha quedado viejo a las cinco. Sin embargo, no tengo que hacer grandes esfuerzos para describir el trabajo de Cronkite porque yo también siento así esta profesión. Ser periodista es de las cosas más vocacionales que existen. Sino que se lo pregunten a todos aquellos compañeros que trabajan hasta diez horas diarias en una redacción por menos de 900€ al mes. Nadie estudia periodismo para hacerse rico ni para hacerse famoso, ni siquiera para tener la oportunidad de contar la mundo la verdad y conseguir así una humanidad más justa. El periodista se hace periodista para vivir la actualidad al límite, para ser parte de la historia, para estar "ahí" cuando ocurren las cosas. Muchos compañeros se juegan la vida a diario en lugares muy peligrosos y nadie conoce sus nombres, ni falta que hace, ellos están allí para vivir en primera persona lo que los demás vemos por televisión.
Walter Cronkite nos ha dejado y puede que con él haya desaparecido a ojos vista esa forma tan excitante de hacer periodismo, pero no se engañen, lo que realmente esta en peligro de extinción son las empresas de comunicación que permiten a los profesionales hacer bien su trabajo. La ilusión y las ganas de Cronkite siguen vivas en los corazones de muchos de nosotros.

martes, 14 de julio de 2009

Enganchada a la memoria de mi pueblo.

Lo tengo que reconocer, hoy no he leído ningún periódico ni he visto u oído ningún informativo todavía. Pero tengo excusa, he estado con los niños de excursión en la fábrica de Nestlé. El caso es que son más de las 19:30 cuando escribo estas lineas y no tengo ni idea de lo que ha pasado hoy en el mundo, es una sensación que no me resulta nada placentera, se supone que como buena periodista debería estar al tanto de la actualidad y todo eso ¡Ni sé la pasta me dejaba antes en esos mensajes de móvil que te informan de todo!
El caso es que para tranquilizar mi conciencia esta mañana antes de prepararme el bocata para la excursión he decidido que a falta de diarios, buenos son los libros. Así que he desayunado leyendo "Memoria de Euskadi" de María Antonia Iglesias. Seguro que a todos os suena porque se puso muy de moda cuando se publicó ya que, por algún motivo desconocido todos los políticos se sinceraron mucho con esta periodista y dijeron cosas que a lo mejor se tenían que haber callado. Pero no lo hicieron y el resultado es un maravilloso libro de entrevistas muy útil para entender todas las sensibilidades que conviven en el País Vasco, que no son pocas.
Son un montón de personajes relevantes de la vida pública vasca los que hablan para María Antonia Iglesias, hay gente del PSOE, del PP, por supuesto del PNV... creo que los únicos que faltan son los de la izquierda abertzale, si no recuerdo mal Arnaldo Otegi estuvo apunto de colaborar pero al final se echó para atrás. El caso es que todos cuentan la misma historia pero de diferente manera. Es cierto que a veces, como buenos políticos que son, se dedican a contar lo bien que lo hicieron ellos y la chapuza que hicieron los demás, pero con ojo crítico y separando el grano de la paja se puede apreciar la convulsa historia de este pueblo marcado por las alegrías pero sobre todo por las penas. Es inevitable que en cada una de las entrevistas se hable sobre el terrorismo. El asesinato de Miguel Ángel Blanco es comentado por todos los colaboradores del libro, y no pasa ni una sola página en la que no aparezca la palabra ETA. Pero también se habla del otro sufrimiento, del provocado por el franquismo. Quizá se haga en menos medida porque son menos los políticos que reflexionan sobre ello, pero se hace referencia a la prohibición de hablar euskera en el País Vasco y también de la represión y de los castigos por criticar el régimen. Se habla de todo y de todos.
Sin embargo puede que este libro tenga un pequeño fallo. No me gusta criticar lo que está por encima de mí pero creo que en esto tengo bastante razón así que me voy a lanzar. Considero que esta obra salió a las librerías en el momento equivocado. Debería haberse publicado mucho antes o mucho después. En sus páginas se plasma la realidad vasca antes de las elecciones en las que Patxi López arrebató la lehendakaritza y el Gobierno Vasco al PNV. Sin embargo la mayoría de las personas lo estamos leyendo después, con lo que muchos aspectos resultan un poco caducos. Espero, no obstante, que esta pequeña apreciación no le quite a nadie las ganas de leer este libro porque no sólo es ameno e interesante, además, a muchos, nos acerca a la memoria de nuestro pueblo.

viernes, 3 de julio de 2009

Niños de pantalla plana.

Creo que ya lo dije ayer, trabajar con niños siempre es agradable. Es una gran verdad, seguro que todos los profesores, educadores, monitores... y profesionales de la educación y el tiempo libre en general estarán de acuerdo conmigo. Sin embargo hoy quiero hablar de la otra cara de la moneda. Que nadie piense que voy a hablar de niños conflictivos ni nada por estilo, voy a hablar de niños totalmente normales ( entendiendo por normales a aquellos que siguen la norma). Hoy dedico estas lineas a todos aquellos pequeños que con tan solo 9 años saben más de nuevas tecnologías e informática que muchos que han dedicado años a estudiar estas materias en las universidades. Saben de ratones y de discos duros, pero no tienen ni idea ni de saltar a las gomas, hacer el pino o jugar a la comba.
Trabajar con niños es agradable, sí, pero no siempre. Como ya escribí en la entrada anterior ahora estoy trabajando con chavales de 7, 8 y 9 años. Es divertidisimo, por supuesto, y muy gratificante. En menos de tres días me he convertido en su modelo y ejemplo a seguir, toda una responsabilidad, pero también una oportunidad. Tengo la oportunidad de enseñar a los niños y niñas que me han tocado en suerte lo que significaba tener 8 años cuando yo los tenia. Tengo la oportunidad de enseñarles que se puede jugar a fútbol sin necesidad de consola, que con un balón y unas camisetas tiradas en el suelo también se puede crear un campo, y por supuesto, tengo la oportunidad de enseñarles que no pasa nada porque nos caigamos al suelo y nos hagamos algún rasponazo, con un poco de agua oxigenada se pasa todo, no hace falta denunciar a nadie.
Seguro que leyendo estas lineas más de uno pensará que soy un poco exagerada, que es cierto que los niños ahora no juegan tanto en la calle como antes pero que no hay para tanto. Yo también era de esta opinión, me resistía a pensar que todo aquello que yo he conocido y disfrutado ya no existe. Pero lo cierto es que, si uno se para a observar detenidamente a los críos de hoy en día descubrirá que se cansan dando dos pasos seguidos, que ya no corren ni hacen deporte, y que muchos ¡ni siquiera tienen bici!
No sé si servirá de algo, puede que dentro de unos años el grupo de chavales con el que ahora trabajo ni siquiera se acuerde de mi nombre, incluso puede que crezcan y me nieguen el saludo en la calle, pero tengo claro que durante este mes, van a aprender a divertirse de verdad sin necesidad de pulsar botones!

jueves, 2 de julio de 2009

Queda inaugurado este blog.

Es una expresión que me gusta utilizar ( la del título), puede que abuse de ella pero refleja el principio de una aventura, y eso me gusta.
Pero soy una mal educada, antes de nada debería presentarme. Mi nombre es Azahara García y vivo en la muy Noble y Leal ciudad de Orduña, única de Vizcaya puesto que, como todos sabéis, Bilbao no es más que una villa. (Mis disculpas a todos los bilbaínos que lean esta página, pero el orgullo orduñés es más fuerte que la diplomacia). Soy periodista aunque en la actualidad y debido a la crisis voy trabajando de lo que puedo, ahora mismo soy monitora en unas colonias abiertas de Orduña, empecé ayer y la verdad es que siempre es agradable trabajar con niños, aunque increíblemente agotador.
Lo siguiente que se suele explicar en este tipo de páginas inaugurales son los motivos que me empujan a sentarme delante del ordenador a escribir estas y otras líneas que vendrán. No sabría que decir, puede que simplemente sea el mono de contar historias. Mi familia y amigos ya se han aburrido de escucharme (han sido 7 largos meses de paro hasta esto de las colonias), así que me he propuesto cambiar de estrategia y aburrir a la gente por Internet. No puedo adelantar el contenido de las siguientes publicaciones, este no es un blog temático ni nada por el estilo, será una fuente de desahogo para la redactora que hay en mí y una forma de compartir mis opiniones con el mundo, por supuesto espero que todas sean discutidas y vueltas a discutir, ¡Qué aburrido sería que todos pensáramos igual!
En fin, espero sinceramente que este pequeño espacio en la inmensidad que es Internet sirva, por lo menos, para entretenernos un rato, aprender los unos de los otros y sobre todo... para aliviar la frustración de tantos y tantos periodista que como yo sueñan con escribir grandes historias.
Nos vemos en la red.